Internacionalización como sinónimo de éxito

sábado, 28 de marzo de 2015

Lizarrán: un caso de internacionalización exitoso

Lizarrán Tabernas Selectas, se convirtió en España en líder del tapeo. Sus recetas elaboradas con productos de calidad, sanos, naturales y 100% españoles, recrea el estilo típico o tradicional de las tabernas del Norte de España: el mundo de los pintxos.

Si comparamos el año 1988, año en el que se creó el primer restaurante situado en Barcelona, con el día de hoy, observamos que su evolución de innegable, ya que cuenta con más de 150 locales en España y más de 20 establecimientos en el exterior. 

La primera expansión fuera de las fronteras de nuestro país tuvo lugar en el año 2000, abarcando un mercado cercano como es el de Portugal. Continuó su expansión hacia Alemania, solo dos años después, pero esta vez el modelo fue diferente, ya que se concedió una Máster Franquicia. En la misma línea, en 2003, se concedieron máster franquicias para México y California, ya que suponía la mejor forma de acceder a los mercados americanos. Al mismo tiempo, siguió su expansión por Europa, firmando acuerdos con Francia.

Actualmente, la compañía cuenta con franquicias en: España, Portugal (8), Alemania (7), Francia (5), Andorra, México (3) y Estados Unidos (1). 

Al igual que toda empresa que decide llevar su negocio al exterior, se plantean una serie de cuestiones. Tales como qué parte mantener estandarizada, invariable y qué parte adaptar al mercado local. En España, el concepto que se tiene de Lizarrán es el de un restaurante de tapas y pintxos típicos del norte de España, pero a la hora de llevar a cabo su internacionalización resulta necesario modificar o ampliar ese concepto. 

Para ello, es necesario conocer las fortalezas y debilidades de la empresa, así como las oportunidades y amenazas del mercado. Lizarrán, quiso conocer cual era la imagen de España en el exterior, para así poder caracterizar a su compañía con esos valores. Una estrategia muy acertada, ya que logró que fuera de nuestras fronteras, Lizarrán se entendiera para los clientes como un restaurante en el que divertirse, pasarlo bien con amigos y sentirse como en España durante unas horas.


Uno de los aspectos que Lizarrán se negó a modificar fue la calidad de sus productos. Con el fin de que los clientes siguieran disfrutando de productos de Denominación de Origen fuera el país que fuera, decidió crear en 2003 "Lizarrán Origen y Tradición", complementado por un riguroso plan de formación y control de la calidad. Gracias a ello, el franquiciado recibe información detallada sobre como manipular los alimentos, como elaborar las recetas, etc. En definitiva, podemos decir que todo esta información o know how, es la que asegura los estándares de calidad de sus productos.

Pero... ¿cómo consigue Lizarrán productos de denominación de origen en sus establecimientos fuera de España? Dentro de España, la central de compras y logística se encuentra situada en Barcelona, sede desde la cual se toman los pedidos de todas las franquicias en territorio español. Sin embargo, esto parece un problema a la hora de salir de España. En estos casos se llevan a cabo exhaustivos trabajos de búsquedas de proveedores de producción propia de alimentos españoles, es decir, que importen o produzcan alimentos españoles. Lo cual permite a Lizarrán mantener su saber típico español y calidad.

Podemos afirmar que se trata de un caso de internacionalización riguroso que ha llevado al éxito a la compañía.

Lizarrán: el efecto otra.







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